Siete veces yo

Papel policromado con pintura acrílica y grapas sobre estructura de papel y DM

21 x 208 x 147 cm.

2022
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«Siete veces yo es un viaje entre memoria y materia.»

Guillermo Mora

Hace algunos años comencé a memorizar combinaciones de color que me llamaban la atención, como un juego de retentiva, y posteriormente las materializaba en el estudio con pequeños retazos de papel. Me fijaba en productos del supermercado, en anuncios publicitarios, libros, zapatillas, tapicerías del autobús… En realidad en cualquier elemento cotidiano que llamase mi atención, con la intención de hacer un trasvase de la realidad exterior al interior de mi estudio.

Ese juego se convirtió posteriormente en un ejercicio, y más adelante en una práctica diaria, casi en una obsesión. La cuarentena vivida en 2020 desvió mi mirada desde los objetos hacia las personas. Cuando volvimos a salir a la calle, comencé a realizar estos esquemas de color tomando como referencia los colores de la ropa de la gente que me cruzaba caminando o en el transporte, o de personas a quien conocía por primera vez, anotando una fecha, y en ocasiones su nombre. Y eso se amplió con una serie de esquemas de color realizados sobre mí mismo, a modo de autorretratos. Los esquemas fueron llenando cajas como si fuesen las páginas de un diario. Al fin y al cabo, el color es una de las muchas cartas que tenemos para presentarnos al mundo. Nos define y personaliza, al igual que define el tiempo y la sociedad en la que vivimos.

El siguiente paso fue materializarlos y construir relatos con ellos, formalizar esos cruces de personas a través del color,  “darles cuerpo” y proyectarlos más allá de los cajones donde están guardados. Un ejemplo dentro de esta exposición es la instalación Siete veces yo, en la que toma como punto de partida siete esquemas de color realizados sobre mí mismo entre el 5 y el 11 de julio de 2021. La instalación se compone de siete formas cilíndricas que tienen la longitud de mi cuerpo totalmente extendido (algo más de 2 metros) y a su vez están divididos en 3 o 4 módulos, dependiendo del número de colores del esquema de color del que parta.

De cada color de cada uno de los esquemas, pinto entre 4 y 6 metros cuadrados de papel. Luego descompongo estas pinturas en pequeños pedazos, del tamaño de la yema de un dedo y posteriormente los grapo a las estructuras cilíndricas. Cada una de las siete piezas está cubierta con más de 10.000 grapas aplicadas manualmente, generando una superficie con un alto componente pictórico. El monocromo se descompone para convertirse en envoltorio. El plano toma volumen. El objeto-cuerpo pasa a ser camuflado, cubierto de retazos de algo que fue una pintura en mayúsculas. Cuerpo, color y tiempo se vinculan en una estructura minimal en su forma y claramente barroca en su superficie.

Galería
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Guillermo Mora - GUILLERMO_MORA_Siete_veces_yo_Un_puente_donde_quedarse_[foto_Luis_Asin]_001
Guillermo Mora - GUILLERMO_MORA_Siete_veces_yo_Un_puente_donde_quedarse_[foto_Luis_Asin]_002
Guillermo Mora - GUILLERMO_MORA_Siete_veces_yo_2022_[esquemas_color]